Como una muñeca sin cuerda, me quedo inmóvil con un
pie fuera de la limusina, metros y metros de organza blanca y tul recogidos
sobre el brazo y una sonrisa confusa en los labios. Mi padre señala con gesto
nervioso al interior de la catedral. Pasan lentos los minutos. El olor de los
jazmines impregna el aire y cuando el cuerpo por fin me obedece, mis pies vuelan
sobre el empedrado dejando atrás los tules y las flores.
(pincha para ampliar)
Ilustración de Marga Alonso de la Torre
¡Excelente, Nieves!
ResponderEliminarEste micro, de prosa clara -al servicio de la historia-, goza de varias virtudes para meterse en la piel del lector. Gravita sobre las decisiones esenciales de la vida y consigue que empaticemos con esa novia a la fuga, incluso sin llegar a pensar en el novio abandonado, que puede ser una víctima del capricho de ella,
Un gran micro siempre nos regala una historia subyacente, y este lo es.
Un abrazo.
Yo empaticé tanto con ella, que no me acordé del pobre novio hasta ahora que lo nombras. Puede que le hiciera un favor al huir.
EliminarUn abrazo
Relato aparentemente muy sencillo pero con dos pistas fundamentales, para mí: Muñeca sin cuerda y el cuerpo por fin me obedece. Perfil de mujer que siempre ha sido guiada y dirigida, que por fin en un momento importante, decide tomar las riendas de su vida.
ResponderEliminarEsa era la idea, Ximens. Hay veces que la vida y los que te rodean te "arrastran" y no eres capaz de reaccionar hasta que estás con la soga al cuello.
EliminarUn abrazo
Me he leído las intervenciones de Pedro y Ximens, luego me he releído el micro y me he dicho zoquete sin más. Muy bueno, tu historia, y sus explicaciones, Nieves. Y el dibujo, una maravilla, precioso.
ResponderEliminarCuatro abrazos en este caso.
A mí también me encanta la versión que hizo Marga de mi novia a la fuga. Para mí es un lujo estar rodeada de estos artistas que me regalan sus ilustraciones para mis micros.
EliminarUn abrazo
Pido disculpas por la anulación del anterior comentario.
ResponderEliminarAdemás del amor, hay muchas otras razones por las cuales una mujer se puede casar. Como por ejemplo: Por huir del hogar paterno, por interés, por ilusión, por desesperación, por arribismo, por presión social, por miedo a la soledad, por despecho, por ser madre, o por mil otras razones urgentes que no tienen nada que ver con cupido. Si la chica corrió, es porque reaccionó al recordar que ella es lo más valioso en su propia vida y que cualquiera sea el motivo que la llevó a vestirse de blanco, no es razón suficiente para hipotecarse ella misma.
¡Saludos!
En esos casos supongo que lo normal es arrepentirse un poco antes o un poco después de la ceremonia. El mismo día de la boda quizás no es el mejor momento para echar a correr, aunque, desde luego, es el más llamativo.
EliminarUn abrazo
Una novia a la fuga en toda regla, pero qué poéticamente narrado. Una faena para el novio, imagino, y para el padre y para... No sé cómo habrá llegado a esa situación, pero muy valiente por correr en dirección opuesta, aunque haya sido en el último momento.
ResponderEliminarUn beso, Nieves.
Es algo que siempre me he preguntado, cómo alguien puede tomar esa decisión justo en el momento en el que todo el mundo está pendiente de ti y cuando más daño haces, por lo escandalosamente público de la ofensa. Esto daría para una historia muuucho más larga.
EliminarGracias por tu visita.
Un abrazo, Amparo
¿En qué momento se parará y tomará las riendas de su vida? ¿Seguirá huyendo?…
ResponderEliminarYo creo que dejará de huir pronto, en cuanto se pare. Lo más difícil, que es dar el primer paso, ya está hecho.
EliminarUn abrazo y gracias otra vez por tu ilustración, es una maravilla.
Me encanta!!!!! Como siempre dejando un camino abierto a la imaginación del lector después del desenlace. El relato es "micro" pero al finalizarlo te deja unos cuantos minutos meditando sobre él, por lo que es más largo de lo que en principio parece. Muy bueno, y la ilustración de Marga genial. Un beso.
ResponderEliminarMe alegro de que te guste. Este además deja muchas posibilidades a la imaginación del lector.
EliminarA mí también me encantó la ilustración. Con ilustradoras como vosotras parecen mucho mejores mis micros.
Un beso