martes, 2 de junio de 2015

Los ratones bailan

La Inquisición no tardará en llegar. Como cada viernes, volverá de misa a las nueve. Cuando ella se va, un estallido de vida silenciosa y clandestina inunda la pensión con actos que atentan, en mayor o menor grado, contra el buen nombre y la decencia que doña Inquisición se afana en preservar. Los viernes la impecable reputación de sus huéspedes se toma un respiro, y un trajín sigiloso y discreto agita el aire de los pasillos por donde, en un silencioso abrir y cerrar de puertas, estudiante, jubilados, maestros y enfermeras van y vuelven del pecado a la rutina.

(imagen tomada de internet)

4 comentarios:

  1. Uah, Nieves! Me encantan estos juegos de palabras-personajes. Te saliste muy bien del dogma del Santo Oficio.
    Abrazos.

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    1. Muchas gracias. No me resultó fácil esquivar al Santo Oficio.
      Un abrazo

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  2. Fantástica doña Inquisición!!
    y mira que lo pensé el otro día... ¿la personifico en una anciana decrépitita que huela a reglas maltrechas y a jabones si aceite? :) ¡Tú la has clavao! Buen micro nieves. Y creo que esta semana debiera haberse premiado el salirse del tópico tal y como tú lo has hecho.

    Un abrazo y ójala te vaya todo muy bien. Besazo.

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    1. Muchas gracias, Laura. Voy a proponer que te pongan en el jurado ja ja.
      Un abrazo

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