Vacía
y llena a la vez, así me siento ahora, cuando esta historia llega al punto
final. Durante estas dos semanas he padecido y he disfrutado a tu lado, he
conocido hasta tus más íntimos pensamientos, angustiándome al sentir tu desconsuelo, sintiéndome tan
cerca de ti y sin poder ofrecerte una palabra de aliento. Si hubieras sido mía,
tu vida habría sido diferente, no te habría dejado sufrir tanto. Ahora que todo
acabó, he de confesar que he llorado; no sé si de emoción o de alivio, pero en
el punto final, al cerrar el libro, lloré.
(pincha para ampliar)
Ilustración de Loreto delgado
Hola, Nieves.
ResponderEliminarMe ha gustado el micro.
Vas haciendo eses hasta desvelarnos el final, en muy corto espacio.
Y el desenlace aclara y sorprende.
¡Muy bueno!
Un abrazo.
Gracias, Petra. Me alegro de que te haya gustado. Tenía miedo de que el cuadro destripara el final.
ResponderEliminarUn abrazo