lunes, 17 de enero de 2022

Nuevo récord

Agarro tu mano y salimos corriendo. Yo pierdo una zapatilla y tú el cinturón de la bata. Los niños del colegio de enfrente detienen sus juegos y nos siguen con la vista. Nos miran a nosotros y a la puerta de la residencia, como en un partido de tenis, sin una palabra, para no delatarnos. De pronto se oye un ¡Oh! sostenido. Los niños abuchean a los enfermeros y nos jalean a nosotros, que no podemos ir más rápido.

Volvemos entre aplausos. Y es que hoy casi hemos llegado a la esquina.

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